La verdad aunque duela
Presidente Rodrigo Chaves
Por: Pedro Rafael Gutiérrez Doña
Para nadie es un secreto que
las revoluciones a través del tiempo, se han visto teñidas de sangre y muerte. Muchas de ellas dejaron en el recuerdo a
grandes personajes de la política contemporánea quienes dieron su vida para
heredarnos sociedades más justas y libres. Aferrados al poder y a las
riquezas, decenas de gobernantes instauraron sistemas de los cuales no
quisieron salir mediante la celebración de votaciones democráticas y tuvieron
que salir mediante la violencia.
Vale mencionar algunos
ejemplos como el de Haití, considerada esta como la primera revolución de
esclavos en el mundo. La revolución
cubana por su parte llevada a cabo por Fidel Castro frente a la dictadura de
Fulgencio Batista y donde instauraron luego de la derrota un gobierno
socialista.
En Nicaragua en el año 1979,
la dictadura de Anastasio Somoza Debayle fue derrocado por la Revolución Popular
Sandinista y establecieron un gobierno de izquierda hasta nuestros días.
Por su parte Costa Rica quien
había sido un ejemplo de democracia y libertad en el continente, se vio
desenmascarada por Rodrigo Chaves considerado un outsider y un populista por
los políticos tradicionales, fue quien puso clara evidencia que el sistema había
sido prostituido por una dictadura bipartidista del Partido Liberación Nacional
y la Unidad Social
Cristiana, solo interrumpido el proceso por el Partido Acción Ciudadana que fue
una simbiosis de los dos anteriores.
Chaves quitó las vendad que
por décadas nos habían amarrado, aquella que nos enceguecía en la repartición
de puestos en embajadas o alcaldías, instituciones autónomas y la piñata
partidaria en los puestos para diputados. Usaron la democracia para llegar al poder y no soltarlo nunca más.
Toda esta telaraña
institucional la blindaron con el nombramiento de magistrados en la corte
suprema de justicia y en la sala de lo constitucional todos estos puestos
ocupados por cuadros del bipartidismo histórico.
Y ahí está el dolor, ahí está
el berrinche, ahí está el descrédito y constantes ataques para aquél que les
dice la verdad en la cara, aquel que no les debe favores políticos a nadie,
aquel que no negocia puestos por favores políticos como estaban acostumbrados.
El pueblo lo sabe, el pueblo
lo reconoce, con la gran diferencia que la ‘revolución’ costarricense es de
conciencia, no hay derramamiento de sangre ni violencia en las calles, ahora
traducido a la verdad aunque les duela. Ya pasaremos factura, ya cobraremos lo que nos
quitaron frente a nuestros ojos y seremos nuevamente la democracia ejemplar de
América.
pgutierrezd@gmail.com
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