La política hipócrita

 



La política hipócrita

 Pedro Rafael Gutiérrez Doña

Periodista

 La historia se repite y me pregunto: ¿de qué nos ha servido haber leído a Santayana, Toynbee, a los clásicos y a muchos otros grandes pensadores de nuestro siglo, si seguimos cometiendo los mismos errores del pasado? 

  A medida que pasa el tiempo, cobra vida aquella práctica cultural que nos dejó el arte griego de interpretar los textos dramáticos usando una máscara.  Es de esta práctica de donde se deriva la palabra hipócrita y la misma viene del griego Hypocrités que significa actor o actriz.  La hipocresía es parte de la naturaleza humana y como tal,  usa según sus necesidades y propósitos, diferentes y variados tipos de máscaras. Y como parte de su naturaleza, esta ha sido usada por la política y la diplomacia criolla, al gusto y antojo de los gobiernos de turno de nuestramérica.   Por su parte, señalar que la hipocresía es parte de la diplomacia estrictamente, es una verdad relativa, ya que no es posible encontrar en los textos de Derecho Internacional ni en tratados de Relaciones Internacionales, pero a pesar de eso,  se vienen repitiendo de facto una y otra vez,  desde hace muchos años.  En teoría, la política internacional es el reflejo de la política interna, y esta reposa, bajo la sombra del Presidente; decida usted si con máscara o sin ella. 

 Ahora bien, resumir la diplomacia o las relaciones internacionales desde el punto de vista de la ejecución de protocolos, sería también una verdad a medias, ya que no se puede  poner mayor énfasis a las formas en las que se dilucidan los problemas internacionales, como al fondo de los mismos, como sería el de resolverlos. Y en este sentido, los organismos internacionales y diferentes vitrinas de la política exterior son muy hábiles y estrictos a la hora de llevarlos a la práctica.  Es precisamente el protocollum, quien fija las conductas y comportamientos fijados por ley o por tradición a las sociedades y a las diferentes partes que conforman al Estado.

 ¿Cómo no recordar al Rey Juan Carlos I de España cuestionar en el Plenario de la XVII Cumbre Iberoamericana, celebrada en Santiago de Chile en el año 2007 al ex presidente Hugo Chávez: "¿Por qué no te callas?" .  El haberlos sentado a solo un par de metros en la Cumbre, no solo rompió el repetido protocolo que se aplica en la práctica a tan alto nivel, sino que dejó a un lado las formalidades de conducta, se quitó la máscara y reveló la hipocresía guardada durante algún tiempo.

 La naturaleza y conducta del hipócrita, se refleja claramente en El Güegüense, la primera obra teatral de América,  donde el protagonista lo lleva a esconderse tras una máscara, como bien lo haría en 1867 frente a las feroces autoridades tributarias coloniales, mostrando una cara pintada sonriente por fuera, pero tras la máscara un rostro satírico y burlesco.  

 Ejemplo de lo anterior, solo que esta vez con un tapabocas, se presentó hace unas semanas  a la Asamblea Legislativa una diputada de gobierno vestida con una apretada lycra y zapatos tenis, hecho que no solamente pasó por alto el protocolo de esta centenaria institución, sino que faltó el respeto a quienes la llevaron a la curul, pringando también a la sociedad entera.  Parte de estas actitudes hipócritas, no son más que el reflejo de querer imponer -a como dé lugar-  ideologías de probeta y convertir la Asamblea Legislativa,  en el vestuario de un centro deportivo.

 ¿Y por qué no recordar a decenas de políticos y candidatos a la presidencia en la actualidad, ataviados de hermosas máscaras sonrientes, manoseando la diplomacia para decir lo que quieren oír los siervos menguados, repitiendo falsas promesas, prometiendo miles de  viviendas que nunca construyen, ‘comprometidos’ en frenar el irracional aumento constante de la gasolina, detener el mortal avance del narcotráfico y la delincuencia en el país? 

La diplomacia y las relaciones internacionales del país avanzan al nadadito de perro,  el vivo reflejo de un país que no tuvo una visión clara de lo que quería y se impuso el desorden y la improvisación como política interna. En los últimos 50 años el país se llenó de hipócritas, hemos sido engañados por la euritmia y coloridas máscaras que dieron al traste con valores centenarios que fueron enterrados por leguleyos enmascarados,  amantes del hedonismo  y el nihilismo.

 Para terminar, retomando al enmascarado arte griego,  me gustaría traer a la memoria la visita que nos hizo en 1923 Jacinto Benavente; quien fuera un dramaturgo, director, guionista y productor de cine español y que en  1992 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. 

En esa oportunidad al regresar a España dio unas declaraciones sobre su gira por América.  Habló de México y de Buenos Aires.  Al final dijo: “Se me olvidaba una cosa.  Estuve en un país muy simpático que se llama Costa Rica.  La capital es San José; una pequeña aldea alrededor de un gran teatro”.

 https://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/448349/la-pol-tica-hip-crita

 

 

 

 

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