Prospera negocio de monos en Costa Rica debido a demanda en USA

 


Por: Pedro Rafael Gutiérrez Doña.

Este titular escrito en la Revista canadiense THE JOURNAL COLEMAN de Alberta-Canadá, aparece el 30 de noviembre de 1955, donde hace 65 años ya explotaban nuestros recursos naturales y la venta de monos cara blanca a los Estados Unidos, era un rotundo éxito. Ante el crecimiento del negocio, autoridades gubernamentales de ese entonces, manifestaron que temían que la población de monos del país, fuera a ser diezmada. De acuerdo a los cazadores en ese entonces, el bosque tropical húmedo de Costa Rica y parte de la zona sur de Nicaragua poseen las mejores especies de monos, (los cara blanca) los que son adquiridos por los norteamericanos principalmente como mascotas.

Durante el invierno o la época lluviosa, estos animales permanecen recluidos en las profundidades de las montañas y por ello, es casi imposible su captura. Es en el mes de diciembre cuando cesan las lluvias, que inicia el período de caza, y que se prolonga por 6 ó 7 meses donde se obtienen entre 600 ó 700 monos bebés, los cuales son exportados semanalmente por aviones de carga a los Estados Unidos. El mayor cargamento de monos -señala el articulista- fue realizado recientemente por el piloto de la Fuerza Aérea Norteamericana Charles Hudson quien tenía a su esposa como co-piloto, quienes sacaron del país 1350 monos, hasta ubicarlos en su residencia en Santa Bárbara, California.

Matan a la madre


Señala el artículo que los cazadores norteamericanos proveen a los residentes nacionales valiosos rifles y abundantes municiones para la cacería. Una vez armados, espían a las madres en la copa de los árboles con sus crías y matan a la madre. Ya herida de muerte, esta cae del árbol, los monos bebés no se separan de las madres muertas y luego es muy sencilla la captura de las crías.

Los comerciantes de los monos pagan entre $1.00 y $2.00 dólares por cada bebé a los cazadores nacionales, luego estos son enviados a San José donde son vacunados, para luego ser enviados a su destino final USA, donde son vendidos entre $25.00 y $35.00 dólares cada mono, haciendo en cada viaje un negocio rentable.

Cuentan los cazadores que los compradores prefieren a los monos cara blanca como mascotas por ser amistosos y fáciles de entrenar, además de soportar como ningún otro las incomodidades que produce el largo viaje en aeroplano desde Costa Rica, cosa que no ocurre con los monos aulladores o Congos o los monos cara negra quienes acostumbran a morder.

Las trampas fallan

Mister Clyde Lowe con una experiencia de 20 años cazando monos y otras especies salvajes de la zona, dice que la demanda de monos en Estados Unidos supera con creces a la oferta y que debido a la tremenda población de monos en la zona quienes son astutos y cautelosos en la densa selva, los cazadores matan a las crías y a las madres. Lowes admite que la forma de capturar a los monos no es la mejor para él ni para los exportadores americanos de animales, pero que para los cazadores locales las trampas fallan y esto les provee de un valioso rifle, objeto que va mucho más allá de los recursos en promedio para un peón en Costa Rica.

Bajo estas circunstancias, el veterano exportador de monos termina diciendo que “mientras la gente en los Estados Unidos nos siga pidiendo monos para mascotas y paguen un buen precio por ellas, nosotros se las seguiremos suministrando...” termina el artículo.

Los tiempos cambian y afortunadamente el saqueo y explotación de nuestra fauna en la piel de los monos cara blanca llegó a su fin, no así los deseos mezquinos por enriquecerse de algunos que, esta vez, cegados por el brillo del oro y de la vana gloria, desgarran el precioso metal -a costa de lo que sea- para exponerlo en las principales vitrinas del mercado internacional.

 

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