"Cara de libro"
Por: Pedro Rafael Gutiérrez
Doña
Luego de ver las declaraciones
del padre de Facebook Mark Zuckerberg ante el Senado de los Estados
Unidos por el caso de Cambridge
Analytica, me dí
cuenta que la mejor decisión que tomé hace mas de cinco años fué
cerrar mi cuenta. Caí en la trampa de manera ingenua, haciendo lo
que oía por todos lados era una de las mejores prácticas de la
tecnología moderna. Y es que Facebook te atrapa con un dulce cebo
al que llamamos “amigos” y luego te saca sin anestesia los
intestinos. Volví a ver a amigos que no veía desde mis tiempos de
colegio allá a finales de los años 70, muchos escasos de cabello,
otros con una marimba de hijos y otros -casi irreconocibles- con
abundantes libras abdominales y me pareció interesante el asunto.
Lo que nunca imaginé era que
detrás de la inocente máscara que usa esta aplicación, eramos
usados como ratas de laboratorio para fines que todavía hoy en día
no logro comprender. Pasaba horas enteras viendo perfiles de una y
otra persona, cautivado por la irremediable curiosidad, la que me
llevó a descubrir el valioso tiempo que perdía viendo banalidades.
Pero lo que nunca imaginé es
que en este negocio yo no era el cliente, si no el producto; y no
solo yo.., mis amigos y los amigos de mis amigos éramos y somos
vendidos al mejor postor sin el menor rubor. Por algo decían que
siempre iba a ser gratis...
“Nos equivocamos y lo
siento...” -dijo Zuckerberg ante los Congresistas-, no sé si en
tono de burla o de ser un cínico en potencia, consciente de los
millones de dólares que engrosaron sus cuentas bancarias a costa de
los 87 millones de personas que fueron estafadas en su privacidad por
este caso.
Y es que muchos idiotas que
defienden su adicción a la Divina Herramienta, quieren hacernos
sentir que los culpables del engaño somos nosotros, por algo el Sr.
Zuckerberg en algún ataque de neurosis, reveló que tiene tapado el
lente de su laptop por aquello de ser espiado...
Han pasado más de cinco años
desde que decidí cerrar la sesión para siempre y sigo mas vivo que
nunca, invirtiendo mi tiempo en la lectura, en mis paseos con mi
perro, en visitar a mis amigos, lejos de la falsa máscara que
presentan muchos que dicen ser “amigos” pero que jamás hemos
visto en la vida...
Habrá que esperar a ver qué
resultados va a arrojar este escándalo de venta de datos en un
futuro cercano, adelantado el hecho de que habrá que regular la
aplicación o si es tal la adicción, tener que pagar por ella.
Lo que sí queda demostrado es
que en vez de que “Cara de libro” o Facebook crezca aun mas de
los 2,2 billones de usuarios en el planeta, una gran parte de sus
miembros hayan perdido confianza en lo que parecía ser la mejor
forma de tener cerca a tus amigos.
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